El uso más común del TAED es como activador de blanqueo a baja temperatura en detergentes para ropa y lavavajillas. Además ayuda en la eliminación de manchas, la desinfección y la limpieza general.

Cuando se combina con peróxidos, como el percarbonato de sodio, el TAED mejora la eficacia del blanqueo a bajas temperaturas, lo que permite un lavado efectivo sin la necesidad de usar agua caliente, lo que ayuda a ahorrar energía y proteger los tejidos.