Se usan para marcar y diferenciar semillas, fertilizantes y pesticidas, su resistencia mejora la persistencia del color bajo diversas condiciones, apoyando prácticas agrícolas más eficientes.

Son esenciales para conferir colores vivos y duraderos al producto, sin comprometer su rendimiento de limpieza.

En pinturas, mejoran la uniformidad y resistencia del acabado, siendo ideales para aplicaciones tanto en interiores como en exteriores que requieren longevidad y resistencia a la degradación. En el ámbito de las tintas, aportan una calidad de color superior, crucial para la impresión de alta resolución y la reproducción fiel de colores en diversos medios. Su capacidad para adherirse a diferentes sustratos los hace indispensables en la industria gráfica y de embalaje, donde la claridad y la precisión del color son vitales