Se emplea como disolvente de otros ingredientes y ayuda a prevenir el crecimiento de bacterias y hongos en los cosméticos.

Es efectivo para disolver grasa, aceite y otros tipos de suciedad. Funciona como aditivo para mejorar la eficacia en la eliminación de manchas. Puede actuar como conservante en los detergentes y limpiadores, al prevenir el crecimiento de bacterias y otros microorganismos en la solución.

Se utiliza como solvente en la fabricación de medicamentos, tinturas y extractos. También forma parte de la formulación de algunos desinfectantes y antisépticos.